Nos encontramos ya el viernes preparadísimos y con acopio de galletas, patatas y ron para irnos en el bus del camp a Gerroa, a unas tres horas al sur de Sydney (eso aquí, es una distancia mínima).
Solo llegar se hizo el reparto de habitaciones y una primera reunión con los instructores para conocer el funcionamiento de la estancia. La primera gran noticia fue descubrir que el desayuno se servía a las 7, para poder estar a las 8.30 en el agua. Que dolor…
El sábado, con la legaña todavía medio pegada, hubo reparto de neoprenos algunas instrucciones teóricas y a la playa a coger la tabla…como pesan las tablas. A pesar del traje, el primer pie en el agua fue muy doloroso…q frío, por Dios!
Y nada, lo previsible: el primer rato me revolqué un par de veces, tragué muchísima agua y más arena pero conseguí levantarme! Así que estoy más que feliz…
Cuelgo algunos testimonios gráficos para que los incrédulos se coman sus palabras…sí, soy torpe… y la tabla era muy grande, pero aún así, me gustaría veros a más de uno lidiando con una tabla de surf… es un deporte muy entretenido, me ha gustado!!!
Después de más de 3horas en la playa, cena (a las 18h), un rato de charla y a la cama, que estaba realmente agotada!
Parecía que justo acababa de dormirme y sonó de nuevo el despertador. Segundo día de clase con algo más de olas, que juntado con las mil agujetas que ya tenía (he redescubierto nuevos músculos en mi cuerpo gracias a los pinchazos), hizo que la clase de la mañana se hiciera bastante dura, pero bueno, pronto le volví a pillar el gusto y logré subirme a alguna ola. Con Guille nos animamos a probar de hacer algún party wave ( las dos en una ola, intentado cogernos etc.) pero acabo en atropello, que todavia no controlo demasiado…Anyway, tiempo al tiempo que de aquí salimos siendo unas profis…
En resumen, la primera experiencia con el surf, más que positiva,podría aficionarme. Repetire seguro solo que dejare pasar un tiempo a ver si se me pasan las agujetas...
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